Hemos puesto en marcha innovadores proyectos agrícolas, basados en objetivos y principios propios de una agricultura de alto valor ecológico. Una agricultura de cadena integrada que prevé un equilibrio entre el uso de fuentes tradicionales y de otras alternativas gestionando de manera responsable los recursos naturales y aplicando tecnologías de última generación en las mejores prácticas de lucha integral. Entre las primeras, hay modernos equipos de supervisión, que consienten emplear conscientemente el agua y la energía. En cambio, entre las segundas, la introducción de las rotaciones y del calor (pirodiservantes), fundamentales para reducir el uso de los fitofármacos, la defensa y la conservación de la biodiversidad, la supervisión ambiental y la valoración de los sistemas naturales para una verdadera gestión sostenible. Así que, con el tiempo hemos extendido un reglamento que obedecen todos nuestros agricultores y proveedores, con los que hemos cultivado una relación constructiva orientada a la mejora recíproca. Pedimos a todos los proveedores de materias primas que acepten nuestro Código Ético, en el que se exprime la precisa intención de salvaguardar la tierra.